Thursday, December 11, 2014

BARRACUDA TRIANGLE: el lado oscuro del progresivo retro-sinfónico


HOLA, AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy centramos nuestra atención al súper-grupo sueco BARRACUDA TRIANGLE, formado por veteranos integrantes de importantes ensambles progresivos como THE FLOWER KINGS, KARMACANIC, KAIPA y THE TANGENT: Tomas Bodin [teclados], Jonas Reingold [bajos, pedales bajos] y Felix Lehrmann [batería]. Estos señores se han agrupado para dar rienda suelta a esquemas más oscuros y agresivos del esquema retro-sinfónico con el cual suelen trabajar, enriqueciendo el menú sonoro con elementos heavy y stoner, cuando no avant-progresivos; así, como una reunión de amigos músicos que estaban jugando con ideas frescas en el estudio, se fue dando el plan para gestar el repertorio del álbum “Electro Shock Therapy”. Se trata, a fin de cuentas, de un disco netamente metido en los cánones del género retro-progresivo, sumamente poderoso y excitante en la elaboración de sus recursos sonoros, un disco que Reingold se ha encargado de producir a través de su propio sello Reingold Records. Vamos a entrar a los detalles de  “Electro Shock Therapy” a partir del siguiente párrafo.


Durando 5 minutos, ‘Black Days’ abre el disco con una parsimonia majestuosa y pletórica de vigor expresivo, un vigor que se alimenta de las densas capas y atmósferas sonoras de las que se envuelve el sencillo motivo central, el cual se puede muy bien describir como un híbrido del EMERSON, LAKE & PALMER del primer álbum y el DEEP PURPLE de la época del “In Rock” trastocado con un groove decididamente stoner. ‘Tumoro’ comienza prosiguiendo con esto de manejar esquemas rítmicos no muy ágiles pero esta vez con una combinación de space-rock y jazz-rock en sus atmósferas y cadencias: el portentosamente distorsionado bajo se siente perfectamente idóneo como contrapeso para las medidas intervenciones del sintetizador y el piano eléctrico. Para su segunda mitad, la pieza se eleva hacia una dimensionalidad extrovertida inundada de llamativa luminosidad, al modo de NIACIN. Ni la diversión ni la diversidad tienen dónde parar con la gente de BARRACUDA TRIANGLE, y con el tercer tema del álbum, ‘Acid Rain’, nos brinda un ejercicio de musicalidad jazz-progresiva en clave reflexiva y distante, elegantemente remozada con aires sombríos a lo GOBLIN. Los bien calculados pasajes de mellotrón exploran exitosamente el aire de misterio que siempre viene bien en composiciones como ésta, e incluso son responsables de armar al unísono con el órgano el impresionante clímax conclusivo… un clímax muy Crimsoniano, dicho sea de paso. Cuando emerge ‘Caressing The Moment In Tranquilized Ecstasy’, nos topamos en su primera mitad con una creativa síntesis de ‘Black Days’ y la sección final de ‘Acid Rain’, aportando como novedad la construcción de un lirismo bien delineado. Una vez más, la segunda mitad trae un viraje temático hacia una atractiva mezcla de estándares Emersonianos con otros más contemporáneos que nos remiten a KARMACANIC así como a varios trabajos solistas del propio Bodin. Por su parte, ‘Tears In Blue Rain’ brinda un momento de reposo a partir de una espartana red de acordes de piano que van flotando a través de capas minimalistas de sintetizador; este momento de contemplación serena parece cerrar una parte del álbum para empezar a mentalizarnos para la siguiente.

La sexta pieza del álbum es justamente la que le da título. Su onda es la de darle nuevos giros a la tuerca de languidez densa y potente que la banda convierte en marca de fábrica. La inclusión de algunos trucos sonoros cuasi-circenses y la esquematización de ciertas sonoridades tenebrosas (a medio camino entre el KING CRIMSON 73-74 y PRESENT) ayudan al grupo a mantener la frescura del momento a lo largo de toda la pieza. Mostrando una vibración más extrovertida, al modo de un sol otoñal vespertino que deja bien en claro que el momentum del mediodía no está muy lejano, ‘Too Much Therapy’ utiliza ambientes góticos que van desde lo majestuoso hasta lo sombrío, los mismos que son reciclados a través de un esquema psicodélico que el ensamble maneja con solvente nervio. Aires de familia con la nueva generación prog-psicodélica escandinava hay, sin duda, así como con el TANGERINE DREAM 75-76. ‘Strom’. Ocupando los últimos 5 ¾ del disco, ‘The Last One’ – un título apropiado realmente – elabora una meditativa semblanza jazz-progresiva de una idea conmovedora que bien pudo extraerse de algún demo perdido de JON & VANGELIS: sosteniendo la candidez de la propuesta del mencionado dúo, el grupo le da un aura sinfónica que nos recuerda vagamente a la melancolía sistemática de CAMEL y a la faceta etérea de RICK WAKEMAN, pero aún así, el boato progresivo se mantiene en un nivel muy sutil. Un muy bonito cierre, sin duda.



Hay que agradecer a los BARRACUDA TRIANGLE que nos hayan ofrecido nuevos ases bajo sus mangas progresivas con miras a enriquecer el momento actual del género progresivo desde un enfoque más filudo que el que habitualmente gestan en los grupos donde estos tres músicos gozan de largas membrecías. Sin duda, son creadores de gran nivel y este encuentro de sus mentes ha dado resultados óptimos. 

No comments: