Thursday, January 26, 2012

KAYO DOT vuelve a afilar su cuchillo vanguardista musical


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

A inicios de 2012, KAYO DOT vuelve a la carga, y como siempre, lo hace con todo, tal como lo muestra este EP “Gamma Knife”, ítem que traemos ahora a colación. ¿Cómo se desenvuelve la propuesta vanguardista que viene ofreciendo Toby Driver con sus secuaces habituales Mia Matsumiya, Terran Olson y otros? Pues, como es de esperar, un impulso auto-renovador desde las líneas de trabajo fehacientemente exploradas en “Blue Lambency Downward” y “Coyote” (además del “Part The Second” de MAUDLIN OF THE WELL). Dicha auto-renovación consiste en focalizarse en los aires de tensión parcialmente contenida y densidad emocional, vertidos tanto en “Blue Lambency” como en el EP “Stained Glass” (de fines de 2009), y llevarlo a un nivel más explosivo de expresividad, desafiando incluso varias reglas habituales de la estructura musical de manera frontal. El cuerpo central de esta obra está situado en una
dimensión agresiva que no se escuchaba en la banda desde los tiempos de “Dowsing Anemone With Copper Tongue”. La base del nuevo material fue grabada en vivo en una actuación realizada en octubre de 2011 en Littlefield (Brooklyn, Nueva York): las posteriores labores de mezcla y masterización se extendieron hasta diciembre, y ahora en enero de 2012 el disco ya está disponible para ser escuchado en Bandcamp - http://kayodot.bandcamp.com/. La formación que grabó “Gamma Knife” fue: Toby Driver (bajo, guitarra, canto y teclados), Terran Olson (saxo alto), Daniel Means (saxo alto), Keith Abrams (batería), Mia Matsumiya (violín), Tim Byrnes (campanas de mellotrón y dirección del público), Ron Varod (dirección del público) y David Bodie (percusión adicional).


‘Lethe’ abre el álbum con un letárgico llamado de campanas, prontamente acompañado por una ceremoniosa capa multicolor de violín y maderas, lo cual sirve para abrir paso al canto solemne de Driver, el cual emula una cantata religiosa. Terminado este momento de boato místico, irrumpe ‘Rite Of Goetic Evocation’ con una furia contundente y robusta, marcada en su base por disonantes riffs guitarreros y growl, sostenida por una dupla rítmica que se mueve fluidamente por cadencias jazz-rockeras, y ornamentada con anarquistas efluvios de los cientos y el violín. Es casi como un retorno a ciertos parámetros de inquietud rockera que se habían plasmado en el álbum debut “Choirs Of The Eye”, pero reciclándolos a través de una impetuosa maquinaria posmoderna de free-jazz. El caos se siente, en primera instancia, arrollador y desbocado, pero una escucha más atenta revela el amplio nivel de control sónico que tiene lugar: esto es deconstrucción en su más pura expresión. En el último minuto, el ensamble pasa a jugar con estructuras más explícitamente amalgamadas, dejando así paso a la emergencia de ‘Mirror Water, Lightning Night’, pieza que está a cargo de reforzar la incendiaria confluencia de post-metal y jazz vanguardista que dio réditos tan intensos en el tema precedente: de hecho, se puede decir que ‘Mirror Water, Lightning Night’ instaura un cénit épico dentro del disco. El momentum instaurado hasta aquí es capitalizado y repotenciado por ‘Ocellated God’, pieza que desarrolla una neurótica reconstrucción del frenesí tanáticamente deconstructivo del segundo tema: esto significa un nuevo cénit musical, uno donde los fantasmas de la angustia y la furia se revelan sin máscaras ni tapujos a contrapelo de la magnífica arquitectura grisáceamente destellante de ‘Mirror Water, Lightning Night’. Una vez pasada la oscura pesadilla danzarina de los espectros más alucinados del alma, la pieza homónima ocupa los últimos 6 ¾ minutos del disco con la misión de remontarnos a la melancolía contemplativa que había signado la primera canción ‘Lethe’, solo que esta vez con un ropaje instrumental más parco, más espartano, centrado en suaves diálogos jazzeados entre el piano y la guitarra, mientras que el canto de Driver pasa de susurrantemente reflexiva a juguetonamente sarcástica. El aura minimalista en juego sirve para cerrar el disco con un tenor mágicamente introspectivo.


Esto fue “Gamma Knife”, un EP que muestra por enésima vez lo importante que es la preservación del espíritu experimental de Toby Driver y sus socios de viaje a la hora de generar aportes interesantes para la vanguardia estadounidense actual. Desde esta densa bruma emocional, ¡se vislumbra que hay KAYO DOT para rato!


Muestras de “Gamma Knife”.-
Lethe: http://kayodot.bandcamp.com/track/lethe
Ocellated God: http://kayodot.bandcamp.com/track/ocellated-god

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