Wednesday, August 27, 2014

HOMÍNIDO o la nueva estirpe de la fusión progresiva chilena


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR INCA.

Hoy se da la ocasión de presentar al grupo chileno HOMÍNIDO, el cual acaba de publicar su disco debut “Estirpe Lítica”. Este grupo ya tiene algunos años de existencia bajo la iniciativa del bajista Francisco Martín y el baterista-percusionista Rodrigo González Mera, quienes conformaron la dupla rítmica de la ya desaparecida banda LA DESOOORDEN. A esta nueva misión musical de González y Martín se han venido sumando Pablo Cárcamo [guitarras, E-bow, teclados, coros], Eliana Valenzuela [voz, coros], Benjamín Ruz [violín] y Christopher Hernández [trompeta, fiscorno]. Teniendo en cuenta que Martín no solo se limita a tocar el bajo sino que añade el trompe y el didgeridoo a su arsenal, pues se garantiza en HOMÍNIDO una plenitud sónica fundamental e inapelable.


‘Simún’ pone en marcha las cosas, empezando con un preludio expectante donde el clamor flotante del didgeridoo parece anunciar el pronto surgimiento de algo grande… y en efecto, eso es lo que sucede cuando el bloque grupal se asienta y empieza a elaborar el cuerpo central de la pieza, asentándolo sobre un groove llamativamente cadencioso que ostenta su sensual luminosidad fusionesca. Luego sigue ‘Ciudades De Piedra’, cuya misión central es la de seguir ahondando en estos cautivadores esquemas rítmicos, con el plus de que los guitarreos ahora portan un punche más filudo. Cuando llega el turno de la dupla de ‘Insano Devenir’ y ‘Desde Las Cumbres Del Mar’, el bloque sonoro de la banda se siente cada vez más robusto: en el caso del primero de estos temas, disfrutamos de un híbrido de RUSH y LED ZEPPELIN en clave jazz-rockera, siendo así que las percusiones añaden un oportuno sabor latino al asunto; en el caso del segundo, la banda se concentra en ambientes reflexivos y relajados, usando su bien afiatada prestancia colectiva para hacer de su creación sonora un acto pictórico de retratos de los horizontes que contempla el espíritu dentro de sí mismo. Por ahora ya tenemos en claro la línea de trabajo de HOMÍNIDO así como su nivel de creatividad al moverse en ambientes diversos sucesivos. ‘Shanlágram Shilá’ y ‘Eterno Retorno’ conforman otra dupla importante, y de hecho, se puede afirmar que instauran en su conjunción – prolongada por casi 16 minutos – un clímax fundamental para el disco. ‘Shanlágram Shilá’ elabora climas y paisajes de raíz medio-oriental con un punche lo suficientemente medido para no saturar al oyente mientras los instrumentistas y Valenzuela dan vueltas y más vueltas al mágico sortilegio sobre el que se centra el motivo recurrente. Por su parte, el brillante instrumental ‘Eterno Retorno’ edifica una hoguera sonora muy en línea con el legado del SANTANA primigenio, con firmes aproximaciones a ritmos caribeños y afro-brasileños, explorando el discurso del rock-fusión con una vitalidad psicodélica atrapante. La verdad que en varios pasajes, la guitarra se siente muy metalizada, lo cual resulta muy útil para dirigir el empuje de la instrumentación integral.   

  


‘Cabeza De Piedra’ desarrolla una retoma de la solidez rockera que ya habíamos atestiguado en ‘Insano Devenir’, añadiéndola una vibración sofisticadamente electrizante mayor que atribuimos al impacto directo del tema precedente. ‘Mi Roca Interna’ vira hacia un clima de suave ensoñación: los roles protagónicos del piano y el violín a la hora de instalar el motivo central son bien aprovechados por el canto y la solemne cadencia latina de la armazón rítmica. Una delicia de poco menos de 4 minutos. Proyectándose desde estas cadencias ensoñadoras para elevarse hacia una exaltación rockero-tribal, ‘Adoquines Queretanos’ nos muestra al grupo preparado para volver a explorar su faceta más extrovertida; eso sí, lo hace con una actitud pertinentemente comedida. Cuando llega el turno del décimo tema – justamente el que da título al disco – la susodicha exaltación se trabaja más a fondo, una vez más, volviendo al estándar de ‘Insano Devenir’. ‘Salar’ nos remite a parajes introspección serena y cálida en base a la delicada triangulación armada entre la guitarra acústica, la percusión étnica y el corno. El canto de Valenzuela evoca un viaje en barca a través de un río desde donde se pueda proyectar una mirada nueva hacia el mundo que nos rodea. Durando casi 8 ½ minutos, ‘Magma’ cierra el álbum con un retorno en pleno hacia los parajes más esenciales del dinamismo fusionesco que HOMÍNIDO ha convertido en núcleo de sus exaltaciones musicales, pero como si estuviera sobrecogido por la excursión introspectiva de la canción precedente, mantiene una espiritualidad etérea a través de su patente luminosidad y su llamativo groove. Eso sí, el climático pasaje de cierre, nutrido con exuberantes vibraciones tribales y alimentado con un solo de guitarra casi Crimsoniano, ayuda a crear una electrizante sensación de esplendor mientras se explaya hacia su fade-out.


HOMÍNIDO es, sin duda, una revelación importante y esencial para la vertiente progresiva sudamericana de raíces fusionescas: este disco debut “Estirpe Lítica” es una gozada de principio a fin, una labor de artesanía musical elaborada a punta de nervio, creatividad y refinamiento extremo. ¡Recomendado!


Muestras de “Estirpe Lítica”.-

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