Sunday, May 31, 2009

Homenaje a ULI TREPTE (1941 - 2009)


HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.

Con la presente viene una nueva triste noticia en el mundo del rock progresivo: el nombre del veterano que ha abandonado la existencia terrenal es Uli Trepte, talentoso y enérgico bajista alemán que fuera miembro de GURU GURU y SPACEBOX. Con el primero de estos grupos, él se erigió como una fuerza creativa tremendamente importante dentro del krautrock centrado en guitarras pesadas. Los tres primeros trabajos de estudio de GURU GURU, “UFO”, “Hinten” y “KänGuru”, son expresiones culminantes de esa poderosa mezcla, solo posible dentro de la vanguardia germana de los 60s-70s, de psicodelia radicalmente lisérgica, jams eléctricos de inspiración hendrixiana, jazz-rock aventurero y rock pesado proto-industrial.

Nacido en Konstanz en 1941, Uli Trepte comenzó su trayectoria musical tocando contrabajo en grupos de jazz que desde los 60s recibían poderosamente el influjo del free-jazz y de las ideas experimentales propias de la vanguardia de la época. Tras su estadía en GURU GURU, a partir de 1972 estuvo involucrado en colaboraciones varias con NEU! Y FAUST (entre otros), hasta formar SPACEBOX en 1975, ensamble donde pudo desarrollar incansablemente su ecléctica y desafiante visión musical, hasta entrados los 80s. Habiendo tenido breves estadías en Japón y Los EE.UU., Trepte finalmente se instaló en Berlín para seguir produciendo música rock vanguardista. Una etapa especialmente prolífica fue entre 1996 y 2001, donde formó el proyecto musical MODAL GROOVE CONCEPT, donde contó con la colaboración del ex-EMBRYO Edgar Hoffman, entre otros veteranos ilustres del rock y jazz experimentales alemanes.


Uli Trepte murió en Berlín este 21 de mayo, perdiendo su larga batalla contra el cáncer. En homenaje póstumo a este grande del rock progresivo y experimental germano, paso a reseñar brevemente mis dos discos favoritos de GURU GURU – “UFO” y “KänGuru”

UFO (1970)
El estilo de GURU GURU es similar en algunos aspectos al de ASH RA TEMPEL, es decir, rock agresivamente pesado que absorbe millones de elementos psicodélicos al modo de un hibrido entre HENDRIX y el "Ummagumma" de PINK FLOYD, asimilando también la tradición de experimentación electrónica y concreta que el academicismo germano de posguerra había puesto en funcionamiento en los ambientes musicales eruditos. Con esto dicho, creo que el lector puede ir haciéndose una idea de por dónde va la línea de trabajo de GURU GURU en esta fase primera de su carrera: se trata de una propuesta que apuesta por el lado más visceral y salvaje del krautrock. Lo que escuchamos aquí es una especie de explosión onírica que estalla recurrentemente desde los pasillos más grises de los hábitats industriales, llevando la polenta propia del rock hacia terrenos nuevos, mezclados incluso con elementos improvisacionales de raigambre free-jazz en varias ocasiones.

Los tres primeros temas trabajan. al menos parcialmente, con bases rítmicas precisas y contundentes (que no monótonas): los tonos predominantes están inspirados en la psicodelia vanguardista y el blues eléctrico, sazonados con una tendencia fastuosa y tenebrista a la vez. ‘Stone in’ da inicio al disco con todo un despliegue de polenta, explayado a través de ingeniosos diálogos entre los músicos quienes se conducen fluidamente a través de las variaciones originadas en el camino. ‘Girl call’ asume la misma dinámica pero con una actitud diferente, trabajando con la elaboración de un clímax que va en busca de la neurosis definitiva. Los alocados fraseos finales de la guitarra, tensamente agudos, anuncian el inicio del tercer tema, ‘Next time see you at the Dalai Lama’, tema donde la psicodelia free-form de GURU GURU alcanza un culmen especial. Pero es en los dos últimos temas, ‘UFO’ y ‘Der LSD-March’, donde las potencialidades lisérgicas y alucinadas de la banda están mejor explotadas. En ‘UFO’, los sonidos y riffs de guitarra, los efectos electrónicos, y los golpes de tambores, platillos y gongs no están sujetos a una estructura rítmica definida, y ni qué decir de lo melódico, que es algo a lo que renuncia de entrada el grupo. El ensamble opta aquí por someterse radical e incondicionalmente a la ley del caos en un ambiente irreal y onírico, creando paisajes musicales potentes, oscuros, hipnóticos, dentro de sus cadencias que son innegablemente feroces y siniestras. Algo similar encontramos en ‘Der LSD-March’, aunque aquí se hace uso de una base rítmica explícitamente funcional desde la segunda mitad: la potencia está un poco más “comedida”, pero comparte mucho de la densidad impenetrable que inundaba el tema anterior. Es en esta segunda mitad del disco donde el material alcanza un clímax peculiar, diseñado para desafiar al oyente sin un miligramo de condescendencia estética. Definitivamente, esta segunda mitad nos muestra el punto de llegada hacia el cual el trío se estaba proyectando desde la primera mitad.


KänGuru (1972)
“KänGuru” muestra a un trío un poco menos denso y más interesado en explorar diversas facetas y cadencias del rock desde su óptica innegociablemente experimental. En este momento, el trío empieza a equilibrar ciertas afinidades con otras bandas igualmente inmersas en la lógica del jam como AGITATION FREE, AMON DÜÜL II y ASH RA TEMPEL.

‘Oxymoron’ tiene un sello irremediablemente bluesero en el jam básico marcado por el riff recurrente. Durante el desarrollo de la pieza, los solos de guitarra, los adornos de bajo y el entramado rítmico planteado y replanteado continuamente por el incansable Mani Neumeier dan buena cuenta del núcleo esencial de la banda, a medio camino entre el jazz-rock, la experimentación lisérgica del PINK FLOYD arcano y la psicodelia pesada hendrixiana; mientras tanto, los momentáneos pasajes cantados le dan una impronta un poco burlona al asunto. Se trata de un apertura bastante atractiva, pero en realidad será más adelante cuando nos topemos más claramente con la intensidad propia de GURU GURU. Así pues, ‘Immer Lustig’ comienza con un discurso y una marcha militar, la misma que pronto deriva en un blues-rock psicodélico bastante áspero: su gancho hace que el abrupto paso a otra sección se sienta un tanto apresurado, pero ciertamente la sección que sigue tiene una vibración bastante magnética, con esa confluencia de swing a lo funk y psicodelia pesada que logra gestar un jam tan atractivo como envolvente. La guitarra de Genrich es el pilar decisivo para este jam con sus variantes de garra e incluso momentos de escondite.

Luego pasamos a una sección cósmica armada sobre guitarreos recortados (a lo rockabilly) que terminan atravesados por capas de ecos lisérgicos. Lo cósmico se perpetúa y ahonda en una nueva sección donde una nueva serie de efectos se explaya sobre un sincopado esquema rítmico. El rock se hace presente con toda su fuerza en el jam semi-zeppeliniano que emerge al minuto 12 ½, orquestando un dinamismo muy efectivo que llena el ambiente con genuina polenta: el fabuloso solo de guitarra supone una exquisita guinda en la cima del pastel.

‘Baby Cake Walk’ da inicio a la segunda mitad del disco recogiendo la vibración explosiva con la que había concluido el tema precedente, comenzando con un filudo jam pesado que fluye sólidamente a través de cadencias llamativas y un despliegue de pura urgencia rockera. Al llegar el quinto minuto, el trío gira hacia torrentes más etéreos, haciendo que la energía se recicle por otras vías de experimentación rockera en un breve interludio. Terminado dicho interludio, el grupo elabora un nuevo crescendo que comienza con una pauta rítmica marcadamente sincopada que termina produciendo una escalada hacia un frenesí patentemente pesado y sutilmente controlado, en camino hacia una coda entusiasta. ‘Ooga Booga’ comienza con un extrovertido manejo del compás en 5/4 en su prólogo, preparando el camino para una sección fusionesca en 6/8 de inspiración arábiga (incluyendo armazones de percusiones exóticas). El momentum rockero que sigue a continuación recoge esta ambientación y la transforma en un viaje intenso de múltiples solos de guitarra superpuestos en una exhibición de densa magia, firmemente apoyada sobre la bien cimentada base rítmica de Trepte y Neumeier. Me atrevería a jurar que esta sección es la hora cumbre de GURU GURU por siempre jamás… en fin… La siguiente sección es menos sublime y más marchosa, con una incendiaria psicodelia funky que nos recuerda al último HENDRIX. Experimentando con ambientes más misteriosos, el tema cierra con un pasaje ceremonioso a medio tiempo que reitera la típica densidad esencial de la banda, cerrado por una coda cacofónica que empieza arquitectónicamente estructurada y concluye con un caos climático de tenor perturbador.

¡¡GRACIAS POR LA MÚSICA, MAESTRO ULI!!

Friday, May 22, 2009

El mundo bizarro de FLOR DE LOTO



HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.
Buenas, buenísimas noticias progresivas llegan de la mano del grupo peruano FLOR DE LOTO y su tercera placa de estudio “Mundos Bizarros”, toda una joya progresiva para este año 2009. Se trata también de la primera obra con la membresía del flautista Junior Pacora (el “nuevo miembro” desde el último tercio de 2007), “Mundos bizarros” muestra a un ensamble que perpetuamente va afinando su solidez interna tanto desde lo creativo como desde lo performativo. Parece mentira que esta robustez tan compacta que el grupo va conquistando con cada álbum vaya a contrapelo de las inconstancias que han tenido lugar hasta ahora en la posición del flautista dentro del encuadre instrumental de FLOR DE LOTO, pero ciertamente cabe decir que el rol que cumple Pacora está compactamente engranado dentro de esta rica maquinaria sonora. En cuanto a los más veteranos del grupo, todo sigue igual e incluso mejor que antes: Jorge Puccini sigue dejando constancia de su poderoso dinamismo y Alonso Herrera sigue exhibiendo su total entrega sobre su arsenal de guitarras eléctricas y acústicas, mientras que las intervenciones del bajistaAlejandro Jarrín empiezan a resaltarse mejor en la mezcla global.

La orientación multidimensional del repertorio de “Mundos Bizarros” pone en varios pasajes un especial énfasis en el pulido y reforzamiento de las aristas más concentradamente rockeras de la banda: de hecho, la secuencia de los tres primeros temas transcurre como un vendaval de incendiaria electricidad rockera suministrada con la sofisticación progresiva requerida para ocasiones como ésta. Los abstractos retazos etéreos que signan la breve ‘Intro’ abren cósmicamente el camino para el delirio exquisitamente agresivo de ‘La Fortaleza’, la cual a su vez se engarza con la primera pieza cantada del disco, ‘Volver a Nacer’, rotunda composición bien enmarcada bajo las coordenadas metal-prog con raigambres maidenescas sólidamente patentes. ‘Shamballa’ muy bien se hace eco de este despliegue de vigor y dinamismo pero esta vez atenuando deliberadamente el esquema sónico a fin de explotar más focalizadamente la vertiente exóticamente fusionesca de los sucesivos motivos, a través de sus variables rítmicas. Aquí y en ‘La Fortaleza’ hallamos los mejores solos de flauta traversa a cargo de Pacora, quien es capaz de crear texturas espectaculares y florituras casi imposibles. Los últimos ecos de ‘Shamballa’ se engarzan con los primeros sonidos de flauta y guitarra acústica de ‘Amnesia’, tema cantado donde FLOR DE LOTO Loto despliega su también importante faceta lírica, apoyada principalmente en el predominio de sonoridades acústicas y un evocativo talante romántico. El pasaje eléctrico que emerge durante la segunda mitad mayormente sirve para enfatizar la espiritualidad contenida en las letras. A contrapelo del título de esta canción específica, la siguiente pieza nos remite al recuerdo de uno de los temas más juguetones de “Madre Tierra”, ‘Danza Celta’: esta vez tenemos a ‘Danza Celta (Parte II)’, una nueva manifestación de la onda MAGO DE OZ, a la cual FLOR DE LOTO adeuda buena parte de sus inquietudes cosmopolitas célticas. En comparación, esta segunda ‘Danza Celta’ resulta más poderosa y con un manejo más afiatado de los arreglos finales.

Algo resaltante dentro del repertorio de este nuevo disco es la mayor presencia de Jarrín en el aspecto compositivo, revelándose como un creador de ideas muy poderosas – después de ‘Shamballa’ él nos regala ‘Habitante de un Mundo Imaginario’, una composición muy versátil que da buena cuenta de esa manera tan especial que tiene FLOR DE LOTO combinar IRON MAIDEN y JETHRO TULL con un ingenioso equilibrio entre la fusión y el prog metal, exhibiendo además unas simpáticas cadencias exóticas en el camino. Este punto álgido del disco viene acompañado poco después de otro culmen, ‘Atlantis’, compuesto por Herrera. ‘Atlantis’ es otro favorito personal de “Mundos Bizarros”, siendo así que desarrolla una polenta tan colorida como arrolladora a través de su motivo central en clave céltico-metalera. Mientras que el preciso lirismo de la flauta de Pacora y el dinamismo típico de Herrera constituyen las claves centrales de la pieza, las multivalentes líneas de bajo (alternando lo heavy, lo psicodélico y lo funky) y la soltura impecable de Puccini completan el cuadro sonoro a las mil maravillas. Una mención especial va para el grisáceo interludio psicodélico, el cual aporta un interesante momento de nebulosidad en medio de los predominantes destellos. Alternando con estos momentos patentemente explícitos de disco tenemos otros momentos más intimistas, pautados por Herrera. Uno de ellos lo constituye ‘Nubes Oscuras’, la más larga de las tres canciones acústicas que forman parte de “Mundos Bizarros”: tras un etéreo preludio andino marcado por delicados pasajes de flauta, el cuerpo central se manifiesta bajo un esquema propio de la trova latinoamericana, debidamente sazonado con cadencias fusionescas. ‘Noche Azul’ tiene un desarrollo menos expansivo en aras de enfatizar más concienzudamente el espíritu reflexivo que está operando. Personalmente, hubiera preferido que esta canción se hubiese beneficiado de una elaboración mas extendida de su hermosa coda… pero así son las cosas. ‘La Puerta Dorada’ despliega una conexión con la vertiente telúricamente andina que había contado con un espacio tan grande en “Madre Tierra”: ‘La Puerta Dorada’ exhibe ese colorido potente que ya se nos hace deliciosamente típico de FLOR DE LOTO. El disco cierra con el tema homónimo, que es toda una suite de 11 ½ minutos de duración. Los motivos van oscilando fluidamente entre pasajes cálidos de predominancia acústica y otros más pletóricamente pesados, estableciendo una bien definida claridad melódica a través de estas variantes: la estrategia de fusión mezclada con rock pesado sigue generando muy buenos réditos a la banda, y en ‘Mundos Bizarros’ le permiten explorar unas potencialidades épicas hasta ahora insólitas. Los aires de MAIDEN, TULL y SOLARIS se despliegan de manera efectiva sin caer en redundancias triviales en ningún momento. Con esta mini-suite concluye esplendorosamente “Mundos Bizarros”, bueno, si descontamos la versión editada de ‘Nubes Oscuras’ que aparece como bonus.

En fin, “Mundos Bizarros” significa para FLOR DE LOTO un nuevo afianzamiento de su propuesta musical, logrando renovarse significativamente a la par que recalca su propia voz dentro la escena progresiva local/regional/internacional.

Saturday, May 16, 2009

GARGAMEL asciende con "Descending", gran obra prog para el año 2009

HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN, LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.
Siguiendo con nuestra exploración de los aportes recientes que varios grupos están dando al género progresivo con sus discos de 2009, nos topamos ahora con el ensamble noruego GARGAMEL, que para su segunda obra fonográfica “Descending” pasa a ser un cuarteto después de haber sido un quinteto para su disco debut oficial “Watch For the Umbles”.

‘Descending’, el tema homónimo, ocupa los casi primeros 10 minutos del álbum, focalizándose en climas un tanto cáusticos, al modo de un AREKNAMÉS menos endurecido mezclado con el ANEKDOTEN post-“From Within” y el esquema cósmico de METROGNOME. Los viajes instrumentales que se destacan entre los pasajes cantados no son excesivamente complejos pero sí logran edificar una intensa arquitectura neurótica que bebe tanto del VDGG etapa 75-76 como del space-rock y, en menor medida, del stoner. Con la segunda pieza del álbum, la gente de GARGAMEL empieza a soltarse un poco más en sus inquietas búsquedas de sofisticación progresiva: ‘Prevail’, que dura casi 14 minutos, supone un clímax de colorido e intensidad. El tema comienza con un efecto de ventisca psicodélica antes de que el ensamble entre en un robusto despliegue sonoro que me hace recordar a GNIDROLOG en su faceta más agresiva, aunque GARGAMEL lleva esta orientación hacia quiebres un poco más tétricos.
En algún momento, este clima grisáceo al modo de una pesadilla atenuada se traslada hacia atmósferas menos explícitas cuando una procesión liderada por la flauta recrea un aura misteriosa. Con la inclusión de un interludio en clave jazz-rock y el tránsito hacia las siguientes secciones cantadas, ola cosa se pone a tono con la herencia vandergraffiana (una vez más). Poco antes de llegar al noveno minuto y medio, emerge un estupendo clímax semi-cacofónico que, a su vez, desemboca en un épico pasaje cantado en clave de blues progresivo. La incorporación de un solo de trompeta aporta un colorido llamativo al asunto, aunque la mayor responsabilidad de eso está en las calculadamente opresivas cortinas de teclado que se hacen notar sin apelación alguna. ‘Trap’ es la pieza menos larga del disco: comenzando con una cadencia casi tribal en 15/8, la sección intermedia instrumental vira hacia un compás lento antes de que la segunda parte cantada se concentre en una alternancia de psicodelia beat y lánguida solemnidad progresiva.

Los últimos 17 ¾ minutos del disco están ocupados por ‘Labyrinth’, tema que supone un verídico cénit para el disco. Las ceremoniosamente vibrantes cortinas de mellotron y theremin resultan familiares para cualquier melómano familiarizado con el estándar escandinavo, así como el puntilloso esquema rítmico de claras referencias space-rock que completa esta excelente obertura. La primera parte cantada se decanta por un enojo contenido, con un Tom Uglebakken que parece emular a un híbrido de Bowie y Lou Reed. A partir del quinto minuto, el grupo extiende sus pasiones psicodélicas a través de una extensa sección aleatoria que resucita al PINK FLOYD etapa 68-70 y al krautrock en una contundente comunión cósmica. El solo de saxo que se desarrolla desde el minuto 9 abre poco a poco las puertas hacia el proceso instrumental más violento del disco, donde lo cósmico se alía con sonoridades heavy prog y jazz-rock – es como si GARGAMEL quisiera hacer un simultáneo homenaje a KING CRIMSON, EAST OF EDEN y HAWKWIND. Esta explosiva orgía sonora mantiene un sólido nivel de incandescencia que reposa consistentemente en la laboro percusiva de Morten Tornes, así como en los metaleros efluvios que Arne Ton extrae de sus bases y solos de Hammond. El epílogo cantado nos devuelve a un lánguido tempo de ¾, a su vez arrastrando convincentemente el delirio psicodélico que se había estado armando – el añadido del mellotron resulta crucial a la hora de explotar totalmente la efectividad de este epílogo, lo cual redunda en el tipo de broche que debe cerrar “Descending”. Este final tan redondo simboliza muy bien el nivel de musculatura sonora que GARGAMEL ha elaborado en su propio proceso de maduración, ahora manifiesto en este segundo trabajo de estudio. ¡¡Escucha recomendada!!

Monday, May 11, 2009

RETSAM SURIV y su exégesis progresiva



HOLA AMIGOS DE AUTOPOIETICAN , LES SALUDA CÉSAR MENDOZA.

Con la presente les quisiera hablar de RETSAM SURIV, banda argentina que ya lleva unos cuantos años en la escena progresiva creando música potente y bien definida melódicamente desde su reducto de La Plata. Recién en esta primera mitad del año 2009, después de pasar por algunos cambios de formación, RETSAM SURIV ha podido publicar su obra fonográfica debut a través del sello mexicano Luna Negra: el disco se titula “Exégesys”, y realmente promete ser uno de los ítems progresivos sudamericanos más llamativos del año.

‘Estigma’ da inicio al disco con unos climas espaciales de teclado que se hacen muy floydianos a través de los filtros de AYREON y JORDAN RUDESS; al empalmarse el ensamble, pasamos a una bien amalgamada sonoridad que combina el prog clásico (YES, GENESIS, PINK FLOYD) con elementos más modernos trasladados del neo de vertiente pesada (ARENA) y el prog metal (DREAM THEATER).

La inclusión de algunos momentos específicos de corte jazzero funcionan como un simpático adorno ocasiona, pero más relevante es el majestuoso giro melódico que la pieza adquiere poco antes de llegar al cuarto minuto y medio, el cual conduce finalmente a un muy atractivo cierre del tema. La primera pieza cantada es ‘Lombardía’, y comienza con unos aires floydianos muy similares a los de la primera canción – una vez que llegamos al núcleo de la canción y nos familiarizamos con su desarrollo que lleva un total de 10 ½ minutos, advertimos que este nuevo viaje progresivo tiene un acento ceremonioso más marcado.

El interludio que se desarrolla entre los minutos 7 y 8 destaca por sus etéreas orquestaciones de teclado que emergen entre la robusta labor del baterista y los precisos riffs de guitarra. El final conduce a un clímax efectivo. La pieza homónima sigue a continuación, enarbolando una polenta muy dinámica desde el mismísimo inicio: la labor del teclista exhibe un híbrido entre WAKEMAN y RUDESS en los solos y atmósferas, mientras que la guitarra se maneja muy bien en su registro pesado sin renunciar para nada a la sensibilidad melódica, la cual es bien llevada por la desfachatada pericia técnica de Federico di Santi. A poco de pasados los 3 minutos, la pieza vira dramáticamente hacia un interludio de piano que inadvertidamente anuncia un homenaje al ragtime, el cual a su vez cede el sitio a un hermoso pasaje lírico en clave ensoñadora. Este mismo pasaje cimienta el paso a un pasaje moderadamente pomposo que se engarza a la perfección con el breve reprise que sirve de coda. ‘Recuerdos de Traición’ es básicamente una semi-power ballad con un interludio más veloz que funciona para acrecentar la emoción del momento hacia un clímax momentáneo. ‘Lluvia de Estrellas’, con una base de voz y piano que ocupa casi exclusivamente la mayor parte de la canción, es una serenata compuesta por la vocalista Vilma del Giorgio en memoria de FREDDIE MERCURY.

En ‘Triste Final’, RETSAM SURIV comienza arrojándose de cabeza a la piscina del rock duro “progresivizado” de una manera afín a la de ENTRANCE. Los momentos menos exaltados aportan caminos de variedad dentro del desarrollo temático de la pieza, y de este modo ella evoluciona hacia una parte más sinfónica que contiene un aura bombástica bien definida. Pero si hablamos de algo bombástico, el instrumental que sigue a continuación y que responde al título de ‘Bajo Tu Dominio’ exhibe una dosis exigente de musicalidad, un pico de explosividad progresiva dentro del álbum. ‘Reflejo’, con sus casi 13 minutos de duración, es el tema más prolongado del disco. Los motivos transcurren fluidamente en la sucesión de pasajes pomposos y relajados: yo destaco especialmente el pasaje etéreo que se desarrolla entre los minutos 7 y 9, así como el claroscuro pasaje que le sigue donde el grupo combina un sinfonismo límpido con aires un tanto góticos. Los últimos 9 minutos del disco están ocupados por ‘Ósmosis’, una pieza consistentemente robusta que sigue explorando la faceta más ampulosa del grupo. En cierto modo, se puede describir como un encuentro entre ‘Estigma’ y ‘Bajo Tu Dominio’ con una recepción de los quiebres eclécticos que ya se habían mostrad fehacientemente en ‘Reflejo’; también es posible que aquí hallemos los mejores solos de sintetizador de todo el disco – es un buen final para “Exégesys”.

En el blog que el grupo tiene en Myspace (www.myspace.com/retsamsuriv) se puede escuchar buena parte del mejor material de RETSAM SURIV.

Se puede ver al grupo en acción en los siguientes tubitos:
‘Siento’: http://www.youtube.com/watch?v=xtjLRoUUFwI

‘Exégesys’: http://www.youtube.com/watch?v=P6zOS6qEwas

‘Lombardía’: http://www.youtube.com/watch?v=FkUu-RyRED8 (con invitados en vientos y coros)


Aquí me despido hasta una nueva ocasión.

Friday, May 01, 2009

Cheer Accident - Fear Draws Misfortune



Humanizing the Distance (menos vientos y vocales)
Si este no es uno de los top 5 albumes del 2009, este año seguramente tendria que ser fuera de serie. Fear Draws Misfortune es un album muy maduro, fruto de mas de 20 años de experimentar practicamente todas las formas musicales del siglo 20.

La música del legendario grupo de Thymme Jones nos impresiona cual criatura exuberante, deslumbrante de creatividad. Luego de varios trabajos avant /experimentales anteriores, del cual destacan el muy eclectico "Introducing Lemon" y "Babies shouldn't Smoke", Cheer Accident nos zambulle en un océano convulsionado que fluye entre la continuidad sin fisuras, olas grávidas de prog-jazz, guitarra de espasmos volcánicos, coros etereos y percusión en metricas muy irregulares. Es ciertamente un organismo de RIO, visible por que aun conserva las formas de la escena de Chicago '90, dispuestas en una escala cuadriculada que va del noise-rock hasta el math rock hasta el avant, que recorre el espectro desde el extremo refrescante hasta el mas opresivo, del típico fade-in de la batería, los riffs atonales de guitarra, y las trompetas, hasta la secuencia melodiosa al piano.

Cheer-Accident es una banda progresiva experimental del Chicago underground, con 16 albumes a la fecha, conocida por muchos por sus gestos surrealistas y dadaistas, por su desviación ocasional hacia lo zappanesco y lo lúdico, en permanente búsqueda de la chispa de originalidad que atrape al escucha para siempre. “Fear Draws Misfortune”, primero en el sello Cuneiform, es un discazo progresivo, que trabaja en multiples niveles y estratos, mas denso y mas detallado que The Mars Volta, pero mucho mas facil de escuchar gracias a progresiones que si funcionan y mejores vocalizaciones.

Los miembros son Thymme en la bacteria y teclados, Jeff Libersher en la guitarra, y el fabuloso bajista Alex Perkolup, quienes son acompañados por una orquesta de amigos del American underground de avant/rock/jazz/clasica, incluyendo a Carla Kihlstedt de Sleepytime Gorilla Museum en violin y coros.

El album abre con “Sun Dies”, enfrentandonos con un rechinido, dando paso a un ritmo angular Crimsoniano que nos lleva a una modulante atmósfera de cabaret entre guitarra rispida, trompetas languidas, batería en tiempos irregulares y coros extraños. Siguen casi seis minutos de vibrante vorágine instrumental, el ritmo galopa como una mula con la pata rota, atropellado y amenazante, mientras unas voces femeninas en sincronizada armonía al estilo de Koenjihyakkei nos subliman con texturas de candencias Zeuhl, que dan paso al suave elixir nostalgico de trompetas y toques de violin para luego explotar en ritmos de bajo y bataca en persecucion continua apoyandose en notas progresivas de un teclado hasta desembocar en un remanso de luz y brillo multicolor al son de la marimba que gradualmente acalla los lamentos que repiten sin parar "dies, dies...dies...dies"..

Luego sigue “Mescalito” (1:06), nombre que esconde el secreto del Peyote, una corta pero brillante composición al bajo de Alex Perkolup, intercalando ritmos de alta complejidad con un intenso Thymme al piano y marimba en magnifica ejecución.

"And Then You Realize" (1:31) suena, se podria decir, como el soundtrack para una pelicula de accion, el piano en persecucion con bataca y bajos a maxima velocidad.

La expresionista "Blue Cheadle" (5:47) contrapone una guitarra de sonoracion angular a ritmo funky del bajo en repetida secuencia y a un piano keithjarretiano que se acompaña de progresiones ascendentes del bajo para terminar con cuerdas de violin de tintes atonales. Despues de todo esto, casi siempre llegan a ese misterioso lugar donde se oyen los drones y las baterias en suave retemblar.

"Disenchantment" (3:42) es un largo drone con la bataca todavia en el ritmo de su predecesora "Blue Cheadle", interrumpida con explosiones atinadas de noise-rock y melodias de organos de aire en contrapunto con voces angelicales sobre piano y bajo en emocionante persecucion.

El pastiche Dada hace eco en "The Carnal, Garish City” (4:17), una compleja composicion con trompetas y cellos en tono de jazz, la bataca funky, coros y un saxo, sobrepuesta la angelical voz femenina de Marketa Fajrajzlova casi recitandonos en una lengua este-europea.

“Humanizing the Distance” (6:54) es el remolino de nuevos conocimientos obtenidos gracias a la multiplicación de la combinación. El trombon de Mike Haggedorn y el saxo de Doug Abram se enamoran de la voz de Lauta Boton y entrelazan con la expresiva guitarra de Jeff, la bataca irregular de Thymme y un excelente trabajo de Alex Perkolub al bajo, una suculenta melodia de largo alcance, en mi opinion junto con "Your Weak Heart" los mejores ejemplos de la progresividad avant-garde de Cheer Accident.

En “According to the Spiral” (2:48) las progresiones ludicas de piano oscilan a través de un prisma rítmico cuadrangular y crean por la fusión con una flauta (Beth Yates) que perfila, un espacio figurativo de dinamicas luces y sombras asomandose juguetonas entre las intersecciones de planos arquitectónicos.


According to the Spiral

En la surrealista "Your Weak Heart” 9:41), despues de una suave balada en voz de Thymme, logran configurar tensos y paranoicos pasajes minimalistas, sonámbulos y melódicos, melancólicos o trágicos y ocasionalmente atonales, entrelazados con inagotable imaginación. Patrón mnemotécnico-sónico (bajos de piano y viola catatonicos, batería, sintetizadores, guitarras, instrumentos de viento) en progresión infinita parecen partículas en un remolino de liquidos que gira y cae con beligerante urgencia hasta el fondo de una pintura de Dalí.

Crear música asi es la aspiración de muchos, la nostalgia vista a través de la lente empírica y absurda del inconsciente, donde las fantasías y abstracciones piden prestado a las traumáticas y exuberantes miniaturas sónicas del cubismo.

Un album que nos quita el aliento, Fear Draws Misfortune es un trabajo esencial para quienes quieran saber hasta donde puede llegar el math-rock o al avant progresivo de finales de década.